PERU, JALADO EN EL 2023: QUE HACER PARA NO REPETIRLO
Ni los efectos negativos de la derogatoria de la Ley de Promoción Agraria durante el Gobierno de Francisco Sagasti y Mirtha Vásquez como presidenta el Congreso, los 7 años de crisis política, social y económica, el nefasto Gobierno de Castillo y su política destructiva agraria, el ciclón Yaku, el fenómeno de El Niño (FEN), ni los bloqueos de carreteras acontecidos a inicios de año, hicieron que las autoridades tomaran acciones urgentes, oportunas y efectivas para enfrentar la continua crisis del sector agrario. Si no fuera por la ampliación del programa Impulso MYPErú por parte del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), cuyo reglamento se publicó el último 15 de diciembre; y dos proyectos de ley aprobados por el Congreso, entre ellos la importante modificación de la Ley Forestal, no habría nada que contar sobre el plan de reactivación económica para el sostenimiento del empleo y la inversión en el sector agrario formal. A esto le debemos sumar la decisión política de enfrentar los bloqueos de carreteras por parte del Ministerio del Interior y la Policía Nacional del Perú y los esfuerzos por acelerar el presupuesto del FEN y de ayuda a la agricultura familiar.
Estas medidas son ciertamente importantes; Sin embargo, no son suficientes para superar la crisis que vive el sector agrícola, que aún necesita un plan de reactivación urgente para asegurar la sostenibilidad del empleo formal y la inversión en agricultura.
En diciembre, el Banco Central de Reserva (BCR) publicó sus últimas estimaciones económicas: terminamos 2023 en números rojos, con una contracción del PBI del 0,5%; y la variación de la inversión privada también fue negativa (-7,3%).
Triste situación para el Perú, un país que puede crecer a un ritmo superior al 5% gracias a su enorme potencial e inimaginable riqueza, y sobre todo gracias al valor de su gente emprendedora, resiliente, trabajadora y con mucho talento. Perú debe entrar en un período de reforma urgente para garantizar que el gobierno funcione sin problemas, las regulaciones sean claras y aplicables y se brinden servicios de alta calidad a ciudadanos y empresas.
Se ha demostrado que la fuerza impulsora detrás del desarrollo de un país es la inversión privada y gubernamental efectiva, por lo que el gobierno debe aplicar políticas agresivas para crear un entorno competitivo para atraer la inversión del sector privado y mantener la sostenibilidad.
Necesitamos cambiar la forma en que lo hacemos.
Hoy debemos dejar de lado las disputas políticas e ideológicas, los ataques y el abandono de los sectores formales, incluido el sector agrícola (incluida la agricultura, las exportaciones agrícolas y la industria agrícola), que es una actividad simbólica y clave para la recuperación económica.
Debemos pensar y actuar con urgencia sobre el presente y el futuro del Perú si queremos escapar de la crisis antes de que sea demasiado tarde.
El Presidente de la República tiene la clave para cambiar esta situación y trabajar por una nación en crecimiento más próspera, en beneficio de todos los peruanos.
Autora: Gabriel Amaro. Fuente: Diario Gestión - pag.23, 08 de enero del 2024.