LA ECONOMIA PUEDE VOLVER A CRECER AL 4%
Entre 2004 y 2013, Perú experimentó un notable crecimiento económico promedio del 6.4% anual, superando en 2.5 puntos porcentuales al promedio global y al de América Latina. Sin embargo, entre 2017 y 2024, el desempeño económico del país decayó, alcanzando solo un promedio anual del 1.9%, lo que significa 1.2 puntos porcentuales menos que el promedio mundial y 0.5 puntos menos que América Latina. Este retroceso ha sido atribuido a la inestabilidad política y al deterioro institucional.
En el mediano plazo, existen razones para el optimismo, siempre que el país mantenga ciertos pilares de estabilidad, como la baja inflación, la prudencia fiscal y la vigencia del capítulo económico de la Constitución. Tres tendencias prometen impulsar el desarrollo económico: i) importantes proyectos mineros, especialmente en el sector del cobre, que involucran más de 20,000 millones de dólares en inversión, ii) el puerto de Chancay, que podría transformarse en un polo logístico e industrial atrayendo empresas regionales y globales, y iii) el fortalecimiento de la clase media peruana, que podría convertirse en la más numerosa de la región andina en la próxima década, superando a Colombia y Chile.
A pesar de estas perspectivas alentadoras a mediano plazo, los desafíos inmediatos generan preocupación. La recuperación económica proyectada para 2024 será moderada, con un crecimiento de alrededor del 3%, lo que resultará en un promedio de menos del 1.5% entre 2023 y 2024. Esto contrasta con las condiciones favorables que habrían permitido un repunte de entre 5% y 6%. Factores internos, particularmente políticos, han restado al menos 2 puntos porcentuales de crecimiento.
Otros retos incluyen:
Petroperú: La estatal petrolera sigue representando un alto costo de oportunidad para los recursos públicos, y su rescate podría comprometer a otras instituciones como el Banco de la Nación.
Prestación de servicios públicos: Persiste la incapacidad estatal para mejorar sectores clave como salud, educación y seguridad ciudadana, con un notable deterioro en la implementación de políticas públicas.
Sistema de justicia: Casos extremos de arbitrariedades jurídicas afectan la capacidad de atraer talento y deterioran aún más la administración pública.
En resumen, aunque Perú tiene un gran potencial, los problemas acumulados dificultan avanzar rápidamente. Incluso con un gobierno eficaz, se requerirá tiempo para revertir el deterioro institucional, mejorar la capacidad operativa del Estado y retomar un crecimiento sostenido. Con estabilidad política y sin interferencias negativas en el sector privado, el país podría regresar a tasas de crecimiento del 4% anual, similares a su promedio histórico entre 1922 y 2024.
Autora: Carlos Prieto Balbuena. Fuente: Diario Gestión- pag.21, 21 de noviembre del 2024.