ARREGLANDO LA PUERTA DE ENTRADA

 

 

Es sorprendente que un país como el Perú, que cuenta con uno de los destinos turísticos más prestigiosos a nivel mundial, no haya priorizado contar con un aeropuerto que esté a la altura de ese reconocimiento. En lugar de eso, el aeropuerto Velasco Astete en Cusco presenta condiciones lamentables: instalaciones deterioradas, servicios deficientes y una infraestructura que no responde a la demanda turística nacional e internacional. Esta situación se explica, en parte, por una decisión política tomada hace dos décadas de no concesionarlo, lo cual impidió su modernización, a diferencia de otros aeropuertos concesionados que sí han mejorado.

Aunque se proyectaba que el aeropuerto de Chinchero reemplazaría al actual, sus avances son mínimos, por lo que el Velasco Astete seguirá operando al menos tres años más. Esto obliga a intervenirlo con urgencia. Afortunadamente, Corpac ha anunciado una remodelación que incluye servicios sanitarios, climatización e infraestructura básica, lo cual es positivo, aunque insuficiente. La experiencia del visitante tanto nacional como extranjero comienza en el aeropuerto, y en este caso, deja mucho que desear. El Cusco, siendo un ícono turístico global, merece una infraestructura aeroportuaria que refleje su importancia. Las fallas en la gestión y la politización de temas turísticos, como ocurre en Machu Picchu, ya están afectando seriamente la imagen del destino. La mejora del aeropuerto es, por tanto, un paso urgente y necesario para dignificar la experiencia turística desde el primer contacto.




Fuente: Diario Perú21- pag.28, 23 de marzo del 2025.