LOS VIDEOJUEGOS Y ESPORTS COMO CULTURA DEPORTIVA EN LA ERA DIGITAL
En una entrevista reciente, Paul J. Foster, presidente de la Federación Global de Esports y destacado promotor de los videojuegos a nivel mundial, compartió su visión sobre el papel que estos cumplen en la sociedad actual. Según Foster, los videojuegos no solo forman parte esencial del entorno social contemporáneo, sino que también estimulan el desarrollo cognitivo, fomentan la inclusión y requieren de equilibrio en su práctica, al igual que cualquier disciplina deportiva. Además, subraya que ya existen trayectorias profesionales reales dentro del ámbito de los esports.
Frente a la preocupación de que los videojuegos puedan aislar a los jóvenes, Foster señala todo lo contrario: en tiempos como la pandemia, estas plataformas fueron clave para mantener la conexión social a distancia. Los videojuegos permitieron que personas de diferentes edades, países y culturas se mantuvieran unidas, compartieran momentos y construyeran relaciones significativas en entornos virtuales.
Además, Foster destaca que los videojuegos sirven como una vía para que los jóvenes participen activamente en comunidades globales, desarrollen habilidades comunicativas y se familiaricen con las herramientas digitales que serán esenciales en el futuro. Lejos de ser una evasión de la realidad, considera que son un acceso a la creatividad, el compromiso y nuevas oportunidades.
También observa un crecimiento evidente en el interés de los jóvenes por dedicarse profesionalmente a los esports, lo cual ya es una realidad en muchos países. Cita como ejemplo a la peruana Josselyn Abusabal, quien empezó como jugadora aficionada de Dota 2 y, tras obtener medallas internacionales, llegó a representar a Perú y trabajar con marcas globales. Su historia muestra cómo los esports pueden impulsar tanto el desarrollo personal como el profesional.
En relación con las críticas sobre el exceso de tiempo frente a las pantallas, Foster sostiene que lo importante es mantener el equilibrio. Argumenta que no existe evidencia científica concluyente que relacione los videojuegos competitivos con la adicción. Más bien, explica que se trata de una transformación generacional en la manera de socializar y entretenerse. En lugar de realizar múltiples actividades por separado como ver televisión o hacer llamadas, los jóvenes hoy lo hacen todo mientras juegan.
En cuanto a los riesgos de adicción o su supuesta relación con apuestas, Foster rechaza categóricamente estas ideas, indicando que se trata de afirmaciones infundadas. Explica que los esports se centran en la destreza, la estrategia y el esfuerzo, y no involucran elementos de azar como ocurre con los juegos de apuestas. Además, estudios de entidades como la OMS y la APA evidencian beneficios en la práctica estructurada de videojuegos, como la mejora del enfoque y la autorregulación emocional.
Sobre la accesibilidad, afirma que los videojuegos representan una de las formas más inclusivas de entretenimiento. Cerca de la mitad de la población mundial los utiliza, y el auge de los juegos móviles ha democratizado aún más el acceso. Foster habla de las “cinco íes” que definen a los esports como social, económica, geográfica, racial y etaria, lo que demuestra que están abiertos para todos, no solo para una élite.
Finalmente, Foster considera que la realización de torneos internacionales en países como Perú constituye una gran oportunidad para posicionarse como centro de innovación digital y juvenil en América Latina. El Global Esports Tour Lima 2025, afirma, no es solo una competencia, sino una plataforma educativa y cultural que puede dejar un legado duradero e inspirador para las nuevas generaciones.
Fuente: Diario Expreso- pag.10, 05 de mayo del 2025.