Fusiones
y Adquisiciones durante el 2007 superaron los US$
2,600 millones
Operaciones vienen
aumentando año a año. En el 2008 éstas no se concentrarán en un sector
específico e incluso se podrían dar algunas sorpresas, afirman los
especialistas.
Por Carmela Loayza
Arenas
¿Comprar o
ser comprado? Ese parece ser el cuestionamiento que hoy por hoy enfrentan las
empresas en nuestro país. Sin duda, las operaciones de adquisiciones o fusiones
(entendidas éstas últimas como una compra con la que se adquiere el control de
la compañía) están creciendo.
Según los
cálculos de Ernst & Young,
las fusiones y adquisiciones realizadas este año alcanzan los US$ 2,630.41 millones, sin embargo esta cifra será
superior, pues muchas de las fusiones realizadas no son informadas o incluso se
informa la operación pero el monto involucrado se mantiene como confidencial.
La
proyección de la consultora es superior a la del año pasado, que ascendió a US$ 2,053.91 millones.
¿Cuales son
las razones de este crecimiento? A medida que el país va mostrando mayores
niveles de estabilidad, y la economía sigue creciendo tanto aquí como a nivel
global, generando un dinero listo para ser invertido, se atraen inversiones
tanto externos como internos, que se traducen muchas veces en inversión nueva o
adquisición de empresas.
“Es
más fácil crecer comprando que crecer empezando de cero” señala Ramón
Gálvez de KPMG, como una de las razones de este tipo de operaciones.
Además,
como consecuencia de la globalización de la economía, viene la consolidación de
las empresas. Todas las empresas para sobrevivir en un ciclo económico tienden
a ser más grandes, y si tu no compras alguien te va a
comprar. En todos los sectores van a quedar menos actores, salvo que se tenga
un crecimiento tan grande, solo que no se necesite, afirma Marco Antonio Zaldívar, de Ernst & Young.
Un punto
importante de este fenómeno es que ahora no solo llegan capitales externos sino
que nuestros propios capitales crecen internamente, e incluso incursionan fuera
del país comprando a otros.
“También
hay empresas peruanas que han hecho operaciones
donde no son ellas el pez chico que es comido, sino el pez
grande”, asegura José Antonio Payet.
Además de
la consolidación, también están las distintas perspectivas o visiones del
inversionista sobre su negocio. Muchas empresas familiares han adquirido un
valor interesante y ven la perspectiva de vender, incluso muchas empresas,
desde el momento en que compran, ya están preparándose para salir del mercado
en un par de años, señaló Galvéz.
Un tercer
factor, precisado por Payet, son las operaciones
globales que se dan fuera del país e involucran eventualmente a alguna empresa en
el Perú, como ha sucedido en el sector eléctrico y minero.
“Ante
una abundancia de recursos y pocas posibilidades de inversión, todo el mundo
espera mirando oportunidades para invertir y no requieren que se les presente
una oferta por Preinversión o los bancos de inversión, sino que vienen
directamente” afirma José Amado.
El desarrollo de estas operaciones, que involucran
tanto al sector financiero como el legal, también ha venido de la mano de la
especialización. Hoy diversos estudios jurídicos peruanos son reconocidos a
nivel internacional. Así el Estudio Rodrigo, Elías 6 Medrano;
Echocopar, Miranda & Amado; Payet,
Rey, Cauvi; Muñiz, Ramirez,
Pérez Taiman & Luna Victoria; Olaechea;
Rubio, Leguía & Normand
y el Aurelio García Sayán, destacan entre los
principales estudios dedicados al área comercial, según la lista anual de
“Chambers and Partners”
La
importancia de conocer la empresa por dentro
Un proceso
de fusión o adquisición no se da de la noche a la mañana, existe todo un
trabajo detrás antes que anuncie el cierre de la operación. Nace desde que un
inversionista tiene la idea, y si bien éste puede llegar con el objetivo claro
de la empresa que le gustaría comprar, se dan casos en que simplemente llega
buscando una oportunidad.
Los
especialistas afirman que en todos los casos lo primero que hará el
inversionista es establecer cual es el esquema que mejor se acomoda para
adquirir y ser tributariamente eficiente. Luego de
encontrada la empresa con la que hará la operación y dado que se compra una
empresa en marcha, “realizar un ‘due diligence’ es indispensable para evaluar las
contingencias que puedan existir”, afirma Liliana Espinoza.
Cuando la
empresa cotiza en bolsa, solo el pago definitivo, no se puede hacer el ajuste
del precio, explica Marco Antonio Zaldívar, por lo
que en estos casos es necesario hacer el Due Diligence antes de la oferta final. La información
necesaria se obtendrá del Data Room, en que se pone
toda la información que un comprador desearía mirar.
En caso
fuera una empresa fuera de la bolsa sí se puede hacer una oferta inicial
condicionada a un ‘due diligence’
para ajustar el precio, en caso de existir contingencias. Ahora, lo normal es
que se deduzca del precio el monto necesario para cubrirla y se coloque en una
cuenta con propósito especial en bancos por un determinado plazo. Si la
contingencia nocurre, ese dinero es a favor del
vencedor.